Un poco sobre nosotros:

Esto es un espacio de expresión donde todos hacemos lo que nos gusta y lo que mejor tratamos de hacer, no lo que mejor hacemos. Es un espacio libre y sin censuras. Un espacio donde mostramos nuestro punto de vista hacia otro cercano, distante o lejano.

Cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día, cada semana, cada mes, cada año hasta...

Maldito duende

by Juanjo Lombardo


Una vez tuve un sueño muy raro. Fue hace precisamente muchos años, cuando vivía en otro lugar, detalle que no tiene importancia. Generalmente la gente sueña con cosas que asocia a premoniciones, a miedos o a deseos frustrados, ya sea por intuición propia o por un copy-paste mental de Freud. No me arriesgo a clasificar el significado del sueño que voy a contarles por falta de interés y también, por qué no, por un cierto nivel de cagazo (léase miedo).
Era una excursión, yo estaba con un grupo de gente a la cual no prestaba especial atención aunque presentía una cierta complicidad, como si fueran parientes de rostros nublados. El lugar era muy raro, estaba en penumbras y la distancia de visión era muy corta ya que la oscuridad se tragaba todo a 10 metros a la redonda. Luego llegué a darme cuenta de que en la mayoría de mis sueños (pongamos un 94,3% periódico) sea cual sea el escenario, si bien cambiaba, la iluminación era la misma, como si tuviese un foco de luz pálida encima mío que me acompañaba de sueño en sueño resaltando al protagonista. O bien soy un poco Emo, como afirma Martín, o tengo que cambiar al encargado de luces. 

Conceptos

by Juan Pablo Mangieri


Ahí estaba. El frío húmedo de la ciudad entraba por cada poro de mi piel. Sin embargo, no podía dejar esos escalones. No podía dejar de pensar en las consecuencias. No podía dejar esos escalones. No podía. No sabía qué hacer.
Miraba a un lado y a otro. Recorría con los ojos esa rotonda que ya conocía más que a nadie. En realidad estaba a la entrada de uno de mis lugares preferidos, por no decir más terapéuticos.
A veces me pongo a pensar si la normalidad es uno o son los demás. No digo que siempre la culpa la tengan los otros, pero no puedo dejar de tipificar. La multitud va y viene. Las personas esperan el autobús, entran y salen de la boca del metro. Ruido. Ruido. Ruido. No quiero escuchar más ruido. No quiero ver más ruido. Siento que mi cabeza va a estallar. Nunca vino mejor un cigarrillo. Un poco más de humo no le va a hacer nada a este mundo en el que vine a parar. La gente sigue yendo y viniendo. Mi cigarrillo se consume más rápido de lo habitual. En ese momento decido romper el frío de la escalinata y emprender por fin el viaje.